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Dos senderistas encuentran un cofre con 600 monedas de oro enterrado en el bosque que data de la Primera Guerra Mundial

Los arquéologos del Museo de Bohemia Oriental han informado de este hallazgo, oculto durante más de 100 años en una montaña de República Checa.


Monedas de oro enterradas
Monedas de oro enterradas |Sipa Press | POOL
Antonio Montoya
Fecha de actualización:

Nadie espera encontrar oro cuando va a la montaña, como mucho nos encontramos con animales, árboles y plantas, pero no con un tesoro de los de verdad. Pues esto es lo que les ha ocurrido a dos senderistas que estaban haciendo trekking por la montaña más alta de las Podkrkonoší, en República Checa. Durante su excursión los jóvenes encontraron un cofre con 600 monedas de oro en una especie de contenedores que llevaban más de 100 años enterrados en el bosque.

Y eso no es todo, para colmo este tesoro data de la época de la Primera Guerra Mundial, de hecho tienen acuñadas las caras del emperador de Austria y rey de Hungría Francisco José I.  Según los expertos, las monedas estuvieron por Serbia entre 1920 y 1930, tal y como señalan unas pequeñas marcas que tienen. En el cofre también había otros objetos valiosos, tales como pulseras, un peine o una cadena, entre otros.

Cómo se produjo el hallazgo

El cofre fue localizado de forma accidental en Zviina, la cima más alta de las montañas Podkrkonoší, en la República Checa, por dos senderistas. En su interior se encontraron 598 monedas de oro (organizadas en 11 filas y envueltas en tela negra), junto con objetos como cajas de rapé, pulseras, un peine, una cadena y una polvera. Los arqueólogos del Museo de Bohemia Oriental confirmaron que se trataba de un hallazgo excepcional, con más de 7 kilos de oro procedentes de un periodo comprendido entre 1808 y 1915.

Las monedas, principalmente de origen franco-belga, balcánico y turco-otomano, no incluían ninguna pieza alemana, lo que llamó la atención de los expertos. Se estima que los cofres fueron enterrados hace más de un siglo. El descubrimiento tuvo lugar en un antiguo montículo de piedras, lo que sugiere que el escondite pudo haber sido intencionado.

Datación de las monedas de oro enterradas

Entre las teorías que manejan los expertos, destacan tres posibles escenarios: que el tesoro perteneciese a un ciudadano checo que huyó tras la ocupación alemana en 1938, que lo ocultara un alemán temeroso tras el final de la guerra en 1945, o que fuera un depósito comercial previo a la reforma monetaria de 1953. Aunque también se planteó la hipótesis de un robo a una tienda de antigüedades, esta fue descartada por falta de indicios consistentes.

El director del museo, Petr Grulich, y el numismático Vojtch Brádle coincidieron en calificar el conjunto como un hallazgo único y sin precedentes. Aunque no han logrado establecer una datación precisa, el valor histórico de las piezas es incuestionable, y su diversidad refuerza la idea de que pudo tratarse de un depósito privado o de inversión más que de un simple escondite casual.